domingo, 17 de agosto de 2008

EL ARTISTA DEL MES


Guillermo Castrillón
Primera Parte
Por Christian Villegas

¿Cómo así entraste al mundo de la danza, qué te llamó, cómo fueron tus inicios, cómo empezaste a formar parte de este mundo?

Cómo empecé... Yo estudiaba teatro en el Club de Teatro de Lima, lo cual no es una escuela muy rigurosa, pero siempre sentí la necesidad de moverme en el segundo año. Entonces, en el tercer año busqué un taller de expresión corporal, en Danza Lima me acuerdo, con Lucho Peñaherrera, y al final hicimos una pequeña muestra y a esa muestra fue José Enrique Mavila, quien me vio y me convocó para un concurso, en ese entonces el primer concurso de coreografía nacional, que fue en La Cabaña en el año 88, y en ese concurso se presentaron todos los grupos de danza de esa época que yo no tenía ni idea. Ese fue mi primer encuentro con el mundo de la danza, allí yo comencé a ver a las chicas que calentaban, se estiraban... paradójicamente ganamos el concurso empatando el primer lugar con Integro que cambió mi vida. Allí tuve mi primer encuentro con la danza de verdad. A los meses, José decide armar el grupo "Acero Inoxidable", al cual también me invita, y nos mete a clases de danza moderna y de ballet, y allí esa inclinación intuitiva que yo tenía por lo corporal, por moverme, por bailar, comenzó a formarse escénicamente. Ya desde ahí seguí solito, tomando clases por todos lados, es decir, como no hay escuela acá, tenía que darme mis propios horarios y tomaba seis horas de danza diarios por aquí y por allá.

¿De dónde nace Box? ¿Qué aspectos de tu vida te llevaron a Box? ¿Cómo llegaste a Box?

Ultimamente cuando hago mis trabajos busco que vengan de una necesidad personal y real, muy real a nivel interno, no busco pretextos externos o temas que parezcan simpáticos y que tengan algún interés intelectual por allí, busco una cosa mucho más personal, intuitiva. Entonces si bien hace cinco años, el tema "mira la comida", era algo vital, algo real en mi vida, porque yo cocino mucho, y de ahí mucha conciencia hacia lo que me administro como comida, creo que ahora mi tema es el mundo femenino. Toda mi vida he sido femino-dependiente, toda mi vida he recibido mucha influencia de parte del mundo femenino desde mi madre, hasta mis novias, amigas, que se yo, mi mundo, mi lado femenino, mi intuición, entonces, decidí pues agarrar el toro por las astas y decir: ese es mi tema, el mundo femenino con toda esa amplitud que me sirve de inspiración. Y cuando reuní a las chicas y me preguntaron cuál va a ser el tema, les dije: bueno, ustedes pues, no?, ustedes van a ser el tema, ustedes son cinco mujeres y me imagino que hablaremos del mundo femenino. Entonces yo considero que si bien no es el inicio, porque creo que con "Escrito por una gallina" con Jimena ya estaba abordando el tema femenino de manera no muy conciente, ahora sí es el inicio de una investigación de este mundo femenino, meterme, porqué me influencia tanto, porqué me tumba tanto, porqué tiene tanto poder sobre mi... Y en eso estoy, mas bien a seguir investigando con eso. Porque yo puedo pensar: bueno soy un heterosexual que siempre me han gustado las mujeres, hijo único de una madre, y ya pues, me gustan siempre las mujeres, pero creo que va mucho más allá, ¿no? Es mucho más complejo.

De hecho. ¿Y porqué escogiste a esas cinco bailarinas específicamente?

No sé. Por pura casualidad. En primer lugar yo estaba haciéndole luces a las Cuatro Costillas Flotantes, el grupo de Pachi, Carola, Cori y Karine. Entonces yo me había alejado un poco del mundo de la danza, me había un poco desilusionado, un poco no me atraía mucho, estaba más dedicado a la performance... y me convocaron para hacerles luces a estas chicas, y las vi bailar, y me pareció maravilloso, me recuperó el gusto, bailan exquisito y al verlas bailar me enamoré otra vez de la danza. Muy bacán, me enamoré como al inicio. Entonces les propuse trabajar. Yo quería volver a trabajar con danza, ellas querían trabajar un poco más con performance, acercarse más al público, tener un contacto más directo, tumbarse esa cuarta pared invisible del teatro y entonces nos acercamos y decidimos ya, la hacemos. Por ahí apareció Cristina Velarde, que estaba haciendo su montaje "Hacia el cielo errante", y también me pareció maravillosa como bailaba, entonces la invité al proyecto. Allí conocí también a Mónica Silva, que yo estaba haciendo luces a su montaje, y me puso las pilas para iniciar el proyecto, atreverme, porque siempre da un poco de miedo, hasta flojera porque es toda una aventura, meses, sin dinero, entonces es bien pesadito, un poco sacrificado, cuesta a veces decidirse iniciar, y ella me ayudó dándome el último empujoncito. Entonces eran seis: las Cuatro Costillas más dos invitadas, salió Karine por razones personales y quedaron cinco.

¿Que diferencias encuentras tú entre la danza y la performance a nivel de lo que quieres expresar?

Bueno la performance tiene sus propias características que lo diferencian del teatro tanto como de otras artes escénicas. En la danza suelen también agarrar elementos teatrales en el sentido de que también buscan interpretar historias o personajes, buscan representar a través de esta cuarta pared invisible del teatro. Hay una lejanía con el público, hay una introspección en ese sentido. Y bueno, usa principalmente el lenguaje de la danza para comunicarse, sea contemporánea, moderna. En la performance se trabaja en tiempo real, presente, de manera personal, tratas en primera persona, no estás representando ningún personaje, ligeramente conlleva a la autoría de tus propios temas, se tiene mucha conciencia del espacio, tiempo, la relación directa con el público, más íntimo, y un especial cuidado de lo que es el concepto, la idea, muy trabajada, muy estudiada, muy discutida, hablada, qué se yo. Estar. Entonces ya de por sí creo que eso crea la diferencia con otras artes.

Cuando empezaste a hacer Box, ¿tenías alguna especie de guión? ¿Cómo nacieron, las coreografías? ¿Empezaste el proceso de frente, propusiste una idea, dijiste acá va esto y acá hacemos lo otro?

No, no. Yo trabajo muy intuitivamente, muy intuitivamente, lo cual viene, me imagino, de mi escuela que ha sido Integro durante diez años, trabajando la intuición con las cosas... casualidad, mientras uno sea honesto consigo mismo, realmente honesto, sincero, y no hacer fintas, no tratar de impresionar o hacer más de lo que uno es. Obviamente hay todo un background, un bagaje de experiencias. Ya diez años dirigiendo, ya tienes el oficio, eso te permite desterrar todas las técnicas para crear y dedicarte solamente a la intuición y últimamente me entrego a ese caos, a ese inconsciente. El inconsciente habla solo y habla la verdad, mucho más que la conciencia, y hay que dejarlo salir, todo pasa por algo, entonces en Box... obviamente hay un plan y una estructura por otros lados como que digamos decidir empezar a ensayar individualmente con cada una durante un mes, entonces me tenía que subdividir en 80 ensayos a la semana, tenía 3 o 4 días con cada una, entonces ensayamos acá en la sala, una a una, una cosa íntima, e imagino que eso después fue dándole forma al asunto íntimo, personal, porque eran ellas improvisando y contándome su vida y sus cosas que en realidad inclusive empezó primero con entrevistas, cada una, personales, donde me contaron toda su vida, desde niñas hasta la actualidad, acá en la sala, después los ensayos, y después ya al segundo mes recién las junté, y en esa combinación de actos, ya sin proponerlo, comienzan las casualidades, a armarse las cosas solas, en realidad se arman solas, no me gusta preconcebir, no me gusta imaginar, me considero super creativo, pero trato de no usarlo. Me parece, en mi caso, si es creativo es muy fácil, entonces más difícil es confiar de que las cosas se dan solas, o que vengan de otro lado, o que aparecen, que vas a tener que saber reconocerlas o interpretarlas pero no proponerlas directamente. Ya hacia el final obviamente, en las últimas dos semanas, recién comienzas a estructurar, lo cual hace que pongas muy nerviosas a las bailarinas, perdidas, no? Que va a pasar? Pero hay que confiar. En esa espera, y en esa confianza obviamente, te pones también nervioso, nunca sabes que va a salir y si va a salir bien o no. Pero hay que confiar. Hay que confiar en que tú has sido honesto, que las chicas han sido honestas, y que tenemos un oficio atrás que nos va a respaldar y va a salir algo bueno. Esa honestidad después obviamente la filtras, la contextualizas, y lo que era un proceso se convierte en una obra de arte. Es como la teoría del caos, o sea, tiene sentido, el todo se da por algo, las fuerzas acertoras, detractoras… Todo pasa por algo. Es como reunirme con los bailarines sin ningún plan de ensayo, solo reunidos en un espacio mirándonos las caras y diciéndonos: bueno, y, que pasa? Algo va a pasar. De todas maneras va a pasar algo pues estamos vivos. El tiempo no para, el reloj transcurre los segundos y no para, y es la vida. Entonces algo va a pasar.

Me has dejado pensando. ¿Las cajas tienen que ver con este lado inconsciente? ¿Qué significaban, qué representaban para ti las cajas? ¿Y por qué tienen espejos?

Bueno, en un momento apareció la frase de cuando una mujer se abre, en parte de esa investigación femenina. Entonces para mi, un ejercicio para desarrollar mi investigación era cuándo una mujer se abre. Y después obviamente saltó la pregunta de porqué yo quiero abrirlas. En ese interín de preguntas de abrir, apareció una caja. Una caja es cerrada pero también se abre. Entonces se me ocurrió que trabajen con ese único elemento: las cajas. Porque esa era la metáfora, que ellas eran una cajitas negras, oscuras, incógnitas, misteriosas... Al decir negras no quiere decir negativo pero sí oscuridad, misteriosa y casi infinito, profundo. Entonces yo las visualizaba como unas cajitas. Después también coincidió que yo regresaba a un escenario después de cuatro o cinco años, porque había rechazado el escenario mucho tiempo, lo había negado como espacio convencional, estaba pensando más en espacios alternativos. Y el teatro, el escenario, es una caja negra también. Entonces por ahí se empezaron a atar los cabos, como te digo, casualmente, entonces regresa uno al escenario y dije: es una caja negra. Entonces le puse las telas negras, el piso negro, tal cual convencional, y las cajitas negras, y dije: bueno, por ahí va a haber un minimalismo, ¿no? Porque no hay mucha escenografía, todo es negro, muy simple, muy austero, poco emocional. Todo el resto del espacio, de elementos, es simplemente minimalista, justamente como para resaltar a ellas, en contrapunto a esta simpleza y austeridad. Entonces esa era la metáfora de las cajas: abrirlas y cerrarlas. Ellas, su mundo, ellas. Y en un momento saltó el tema de que es una confrontación con ellas mismas, una búsqueda, una investigación personal de ellas. Entonces, era el verse, no? Yo necesitaba que ellas se vieran en esa caja negra, oscura, profunda, necesitaba que ellas se vieran personal, directa e individualmente. Entonces le puse un espejo, y allí salió. Y los espejos me regalaron rayos y luces y reflejos, y entonces ya todo es casual y bienvenido.

¿Que respuestas del público? ¿Crees que Box tuvo una buena acogida? ¿Cómo sentías el momento en que veías tu obra?

Bueno, la palabra triunfo no existe y a mi me aterra. Me parece espantoso decir "triunfamos", bueno, "un éxito", la palabra éxito mejor dicho, me confundí, pero bueno, va por ahí, no me gusta usar mucho esa palabra. Podría decir que causó un impacto más allá de lo que yo esperaba. Lo que pasa es que yo como director, mi espacio, mi tiempo de placer como público, son los ensayos. En los ensayos es donde yo disfruto, me conmuevo, me emociono, recibo de ellas. Cuando se estrena, creo que es el tiempo de ellas, nada más, y yo estoy allá arriba en la cabina haciendo luces, y estoy super lejos, con todas las nucas del público delante de mí, y ya no siento mucho, como que no la puedo disfrutar mucho. A ese nivel ya no se si está bien o está mal la obra, que tanto impacto está creando, estoy muy lejos, pero bueno, con el convencimiento que yo ya sabía que eso iba a pasar porque en el proceso, como te digo, yo lo sentía. Es como que en los ensayos ellas se abrían, me hablaban cosas y a mi me conmovía su sinceridad, su necesidad era tan potente que yo decía: esto es suficiente, suficiente para convertirlo en una obra de arte, suficiente también para que el público se conmueva, yo quisiera que el público vea lo mismo que estoy viendo ahorita. Y allí me encargo de atravesar el proceso, filtrarlo, para que el público lo vea, ponerlo en un contexto, darle una estética, para que el público también vea lo que he estado viendo todos estos meses de ensayos. Ahí creo que hay un logro. Ya en la temporada, en las funciones, estoy un poco más alejado. Pero el impacto que causó me sorprende un montón. No esperaba que fuera tanta gente. Aparte no solo el público de danza, que generalmente no te llena una temporada, y sin embargo toda la temporada se llenó, todas las funciones estuvieron llenas y sobreexcedentes. Entonces convocó a otro público: público del teatro, público del cine, público x, público cotidiano, gente de todos lados empezó a aparecer. Muchos comentarios positivos hasta ahora, llamándome, escribiéndome, entrevistándome, gente muy conmovida hasta las lágrimas, eso me sorprende, pero me imagino que debe haber gente que no le haya gustado también pero que no aparece, debe haber, no mucho tampoco, porque se sentiría, pero por ahí debe haber público que no le gusta, o que no lo entendió, o que no le tocó, no se, depende de la posición como lo vea, susceptibilidad, etc., pero eso no aparece, no me lo dicen, lo cual me gustaría porque podría ser algo constructivo, no? como crítica, análisis, no se. Pero sí, causó un impacto enorme.



¿Te animarías a montarla de nuevo?

Hay esa intención. Pero parte de las chicas del grupo tienen otros compromisos. Ese es el problema de trabajar con chicas tan talentosas y ya profesionales. Tan con otras temporadas ya comprometidas de antemano, entonces ha sido casi imposible. Queremos reponerla, ellas también están muy felices, con esta respuesta del público se han sorprendido, y están con ganas de reponerla, pero no hay tiempo y tampoco hay mucho espacio porque los teatros están ya copados todo el año. Entonces lo único que me queda es colarme en la temporada de alguien. Igual creo que funcionaría.

1 comentario:

Dios Vengador dijo...
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