domingo, 7 de junio de 2009

SENSE FI / CONQUASSABIT: EN MEDIO Y DENTRO DEL HURACÁN


Por Christian Villegas

Para conmemorar los 100 años del Teatro Segura, la compañía española de danza Gelabert Azzopardi, dirigida por Cesc Gelabert y Lydia Azzopardi, presentó la noche del 2 de junio su más reciente trabajo titulado "Sense Fi / Conquassabit".

La obra es un reflejo de la actitud interna del ser humano frente al ritmo de vida externo que le ha tocado vivir en los tiempos actuales, y está formada por dos coreografías creadas para diez bailarines, entre los cuales se encuentra el propio Gelabert quien participa de ambas piezas.

Sense Fi / Conquassabit, se estrenó en abril del presente año en el Teatre Lliure de Barcelona. Esta presentación forma parte de una gira que los lleva hacia Washington para terminar en el Festival de Edimburgo en Escocia.


Sense Fi


Sense Fi es un viaje hacia el mundo interior de Cesc Gelabert y en este sentido es una pieza para ser mirada de cerca. Sense Fi está cargada de primeros planos y de sensaciones que reflejan diversos estados de la persona, desde el instante más sombrío hasta la exaltación más extrema, donde la espera de algo se hace tan evidente que es necesaria una salida.

Como en los sueños, los bailarines se convierten en proyecciones de la imaginación del artista, creando una secuencia de cuadros, a veces paradójica (como cuando la mente mezcla situaciones tratando de jugar con las soluciones posibles al instante que se vive), que son un reflejo de lo que pasa en el ser humano cuando se halla frente a un momento incierto de su vida, donde por más que busque una salida solo le queda esperar, y entonces surgen las dudas y los miedos y la inevitable sensación de estar conciente de ellos y de no saber que sucederá o como cambiarán las cosas a partir de allí: una espera orientada hacia un futuro que siempre está en movimiento, al igual que la vida que es cambio constante.

Esta coreografía cuenta con una partitura original de Pascal Comelade, que contrapone en dos planos distintos la fluidez de la vida (magistral el profundo sonido del cello) y los ruidos externos provenientes de silbatos, cornetas de juguete y otros instrumentos propios de la música de Comelade, que por momentos incomodan y distorsionan esa fluidez, pero que sirven el artista para transformar la situación y sobreponerse al momento que vive.


Conquassabit


Conquassabit es una palabra latina cuyo sentido original implica convulsión, sacudida y aceleración. El título proviene del Salmo 110 de un Oratorio de Haendel y la coreografía es un homenaje por los 250 años de su muerte.

Más que una pieza personal, nos enfrentamos a un paisaje urbano donde todo está conmocionado. Cesc Gelabert se las arregla para crear él mismo un personaje con un bastón dorado en la mano que marca la pauta de un pulso creciente el cual transita entre la aceleración y la quietud, que por momentos absorbe y por momentos expulsa, cual huracán que arrastra a los bailarines y los envuelve en un ritmo cada vez más dramático.

Conquassabit mezcla fragmentos vocales e instrumentales de Haendel cuyo tempo remite al ritmo de vida actual donde lo ideal es estar en el centro del huracán, un momento de pausa en medio de la devastación donde todo está tranquilo. De hecho, la búsqueda del artista en toda la obra apunta a encontrar un lugar interior donde solo hay paz en medio de la agitación que nos rodea. En palabras del propio Gelabert: "enfrentar el Conquassabit con la actitud del Sense fi".

Foto: Augusto Carhuayo

Después del huracán

Un detalle que notamos es que a diferencia de la pieza original, faltaron varios elementos de escenografía, no sabemos si por costos de traslado, por retenciones en aduana, porque no se adaptaron al espacio o porque sencillamente quisieron presentarlo así. Por ejemplo, en Sense Fi hay una escena con grandes cubos de hielo iluminados que remiten a la memoria y al dolor, como si fueran fragmentos de tiempo congelados que el personaje guarda dentro de sí. Estos y otros elementos pueden apreciarse en el reportaje que hace el programa La Mandrágora de la TVE, el cual lo pueden encontrar en You Tube.

Sense Fi es otra pieza con sus elementos completos, sin ellos, el espacio queda demasiado grande. No pasa lo mismo en Conquassabit donde la fuerza de la coreografía es tal que la energía de los bailarines desborda el escenario. Imagino que Sense Fi está hecha para presentarse en un espacio más reducido mientras que si presentamos Conquassabit en un espacio así, prácticamente reventaría.

Con todo, esta agrupación se merece un gran aplauso, no solo por la gran calidad de sus bailarines sino también por el trabajo que significa el presentar una pieza de este nivel. Nuestro agradecimiento especial al AECID y a todos los que hicieron posible la presencia de esta prestigiosa compañía en nuestra ciudad, y también por permitirnos verlos de manera gratuita y en un espacio como el Teatro Segura: un gran regalo para aquellos que aman la danza contemporánea en el Perú.

No hay comentarios: